Delincuente juvenil, poeta vanguardista underground, recluso en un psiquiátrico, disidente soviético en Moscú, indigente en Nueva York, mayordomo de un millonario, escritor de éxito en París, miliciano serbio en la Guerra de los Balcanes, golpista ruso, detenido sin cargos, director de un periódico de corte fascista, líder del postsoviético Partido Nacional Bolchevique… Eduard Limónov (nacido Eduard Savienko en Dzerzhinsk en 1943) es uno de los personajes más extravagantes, novelescos y escandalosos que han dado las letras rusas de las últimas décadas. Considerablemente prestigioso en Rusia como escritor, pensador y político de extrema izquierda, Limónov llegó a Occidente convertido en personaje de uno de los más complejos juegos entre realidad y ficción del escritor francés Emmanuel CarrèreLimónov, Premio Renaudot 2011.

El libro de las aguas (Fulgencio Pimentel), para muchos el mejor trabajo del ruso, fue escrito mientras se hallaba encarcelado en una prisión militar, acusado de terrorismo y tráfico de armas. En una inmersión radical en su ecléctica y anómala biografía, Limónov utiliza el agua (mares, ríos, lagos, estanques, piscinas, fuentes…) como hilo conductor de un relato que mezcla pasajes poéticos con otros de viva y descarnada crudeza. “He tratado de pescar en el océano del tiempo las cosas verdaderamente esenciales para mí y, releídas las cuarenta primeras páginas del manuscrito, no he podido…

Ver artículo original
03/06/2019
El Cultural