

Al fin ha nacido Humberto. ¡Qué emoción! Aunque lo primero que sus padres sienten es más bien asombro. ¿No se supone que debería ser minúsculo? ¿De dónde salió ese bebé colosal? Cuando la mamá se lo pone encima, casi acaba aplastada. Para llevarle a casa, hace falta una grúa. Y la criatura no se sacia ni comiendo latas enteras. De ahí que pase a devorar a la gata e incluso a su propia progenitora. Salvaje. Y, sin embargo, hay más: en El gran libro de los niños malos, de David Walliams (Montena), las chiquillas torturan animales o desafinan malamente y un joven mimado desaparece para siempre dentro de la tarta que exigió por su cumpleaños. El relato finaliza…