Los Incidentes
Autor de la novela que inspiró “Elle” (17), la última genialidad de Paul Verhoeven, Philippe Dijan sigue siendo un desconocido por nuestros lares, aunque con la publicación de “Los incidentes”, seguramente, esto ya empiece a cambiar. Razones no faltan para engancharse a la prosa audaz de tan morbosa variación del polar francés.
Dicho esto, tampoco es casualidad que los valores literarios de Dijan sean alabados por figuras incontestables de la literatura de nuestro siglo como Virginie Despentes. No en vano, en su prosa subyace la sombra latente de la parodia hacia los estereotipos del género literario; en este caso, un noir francés plagado de personajes, a cada cual más retorcido, que él siempre disecciona a través de la frialdad cortante de la tercera persona y la fluidez con la que hace avanzar la narración, de forma cruda y tremendamente detallista.
Alquimista de la frase corta al tuétano, las escenas se suceden de forma vertiginosa, insuflando imágenes que se pegan en nuestro subconsciente como arañas ansiosas. Su habilidad para la descripción metafórica aporta un nivel cinematográfico de gran poder visual, dentro de un cuerpo tallado como si se tratara de un guión pensado para dar cuerda a un film típico de Laurent Cantet, enriquecido por medio de mordaces impresiones hacia la enseñanza de quien aspira a ser escritor/a…