l cuento es, además de un sedante infantil que no necesita receta, un catalizador de material simbólico y una correa de transmisión intergeneracional de verdades universales, cuyo combustible es la alquimia de lo cotidiano y anecdótico para transformarlo en insólito. Algo similar ocurre cuando ciertas obras escritas, dibujadas o ambas cosas a la vez, lo cuentan casi todo con muy poco o casi nada, a estas suele acompañarlas el apelativo de naif. En forma de sujeto, verbo y predicado, esta especie de apuntes del natural son capaces de abrir abismos juntando detalles cotidianos o separando aquellos otros cuya comunión damos, o dábamos, por sentado.

Poetas como Wislawa Szymborska nos advierten de que todo lo simbólico y trascendental se despliega ante unos ojos atentos, que no necesitamos ahondar en nuestras neuras para descubrir que la locura, por ejemplo, viaja en nuestro…

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26/03/2022
GARA