El libro del año no es una novela, no es un ensayo, no es un poemario, es un cómic, una novela gráfica, como dirían los más estupendos, aunque yo prefiero decir que es un tebeo. Es un tebeo extraordinario, arriesgadísimo, de una ambición desmesurada.

Se titula La sangre de la virgen, lo publica la editorial Fulgencio Pimentel y su autor Sammy Harkham se ha tirado catorce años perpetrando esta obra maestra, que aborda entre otras cosas el proceso creativo de un director de películas de serie B. Catorce años.