Siempre he querido que El peor escenario posible fuera un libro a la vez divertido y existencialista. Uno en el que se vivieran experiencias dramáticas —tragedias particulares o compartidas— pero en el que se incluyera una situación desconcertante, un elemento fantástico o absurdo, con cierto sentido de la maravilla.

Unos niños se enfrentan a la idea del fin de la humanidad por medio de un muñeco, unos cazadores creen que un oso grizzly es la reencarnación de Elvis, un grupo terrorista empieza a matar a los mejores jugadores de fútbol del mundo…

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09/07/2022
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