La semana pasada leí un libro estupendo: Las ocasiones, de Rubén Lardín (Editorial Fulgencio Pimentel). Si no hubiera tenido que hablar de él, no lo habría terminado: es algo que hago con algunos de mis libros favoritos, evitar que se acaben, me dejo una hoja, un parrafillo o lo que sea por leer. El caso es que este, libro favorito, lo terminé y menos mal porque acaba con una receta de pasta: dice Lardín que «la única manera de hacer útil un libro es incluirle un conjuro o una receta»…

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01/06/2024
El Periódico de España