Andrea Pazienza: caída libre entre pinceles y jeringuillas
Revisitar la energía destructiva de los años 80 puede ser a la vez un compromiso con el talento y un acto lírico, especialmente si hablamos de la pluma vigorosa de Andrea Pazienza. Pompeo es una obra de autor que nace de escarbar con rabia hacia adentro, en un intento de encontrar la luz que le permita a uno renacer. No fue posible. Andrea Pazienza falleció a los 32 años, en la cima de su arte, víctima de sus propias adicciones.
La novela gráfica toma el nombre de un joven heroinómano cuya muerte inminente se anuncia al inicio con titulares. El lector sabe más sobre su destino que el propio protagonista en una narración donde se vislumbran referencias autobiográficas. Acompañar en el viaje al abismo solo es posible desde la comodidad del sillón. Al menos para mí…