Pudridero 3
Leyendo Pudridero uno siente hasta qué punto el gozo de leer un tebeo tiene que ver con contemplar una sucesión infinita de relaciones de causa y efecto.
Sammy Harkham
Como lectores, asistimos a los acontecimientos como cuando se presencia un accidente: sabemos que es algo muy chungo, pero no podemos apartar los ojos.
Jot Down
Se han hecho lecturas subliminales de Pudridero, preferentemente sexuales, buscando simbolismos coitales en determinadas formas, una alegoría erótica gay o incluso como metáfora de un posible canto a la autoaceptación. Llegados a este punto, y parafraseando a la Susan Sontag de Contra la interpretación, nos cuesta resistirnos a interpretar las obras, y esto indica a menudo un deseo de reemplazarlas por alguna otra cosa, la mierda del autor por nuestra propia mierda (...). Sin embargo, como proponía también Sontag, "idealmente, es posible eludir a los intérpretes por otro camino: mediante la creación de obras de arte cuya superficie sea tan unificada y límpida, cuyo ímpetu sea tal, cuyo mensaje sea tan directo, que la obra pueda ser... lo que es".
Pepo Pérez
¿Sinopsis? No hay sinopsis. Hay hostias como panes, hay sangre, tripas, pus, semen y excrementos. Hay violencia más allá de la violencia. Mal gusto, gore, lenguaje soez, amenazas, odio y destrucción. Con este tomo concluye la saga más salvaje del cómic de la década (pasada), mezcla de espectáculo de wrestling, videojuego, película de ciencia ficción apocalíptica ochentera, tebeo infantil y manga desnortado.
El tío Berni
En anteriores episodios, nuestro protagonista fue arrojado por sus carceleros a una suerte de infierno futurista, un planeta yermo: un pudridero. La violencia más escatológica comenzó entonces y se desarrolló en algo parecido a una trama en la segunda entrega con la llegada de nuevos enemigos. La publicación de Pudridero confirmó la posibilidad del cómic underground en el siglo XXI; se convirtió en saga de culto, se hizo en torno a ella una exposición y levantó toda serie de análisis y lecturas, a pesar de ser un cómic que apela más al estómago que al intelecto. El presente volumen concluye la saga.
Editado en colaboración con Entrecómics Cómics.